Deglutoria

viernes, 18 de junio de 2010

jueves, 17 de junio de 2010

¿Qué somos?

YO...un documento soy un número una
lista de teléfonos usada y un
cero un dni una palabra una
dirección postal escrita en una carta

sin remitente para el cartero una
hipoteca una puntuación de exámen un
cero por ciento tae un número en una
función no resuelta en una sucursal

de banco soy una edad un número de
versos de éxitos de fracasos de gente
en una lista del paro soy un currículum

relleno de números grapados documentos
falsos y un listado de números
me recomiendan son mis fuentes de datos

miércoles, 16 de junio de 2010

Room in New York

'Room in New York' by Edward Hopper
¡Mírala toda ilusión! Esta vez sí que se ha portado, y a juzgar por el envoltorio es el mayor regalo que jamás le ha hecho. Y mira con qué felicidad lo desenvuelve, y cómo lo besa a él, y seguro que está diciendo emocionada qu...

- Ya nunca hacemos nada juntos. Ni siquiera hablar. Llegas tarde a casa y te atrincheras detrás de esas páginas. Que estoy segura ni siquiera lees, te veo siempre mirando afuera, de reojo, observando a la gente a través de la ventana...

- ¿Has escuchado? "El estado español aprueba el divorcio" Qué retraso...

Qué retraso... Seguro que decía emocionada... "¡Qué hermoso regalo!"

Y así continuaban aquella magistral simulación de pareja, mostrando cada cual sus encantos.

lunes, 14 de junio de 2010

Contigo

jamás he entendido el fútbol me resulta
complicado no sé las reglas del juego
la emoción al verlo la genialidad de las
jugadas ya te digo no sé no me llegan me
son ajenas no sé será que no lo entiendo
supongo que algo bueno tendrá para que tanta
gente lo vea qué sé yo no sé no creo
que estén fingiendo todos que queden para ver
el fútbol y en verdad quieran decir "te quiero
tio" "te necesito" o "qué bien me sienta verte"
no creo no sé yo qué entiendo ya te digo
jamás he conseguido entender de qué va
el fútbol pero si eres tú quien lo pide para
mí ya es bastante ya lo sabes "me encanta estar..."

domingo, 13 de junio de 2010

Marea

Marea se levanta como cada mañana enredada en las sábanas sola al otro lado de la cama. Poco a poco desciende de entre ensoñaciones y va dejando paso a la realidad. A estas horas los bostezos aun no suenan a nada: cansancio quizás al día. Se levanta sistemáticamente en veinticinco años de práctica nunca ha sido tan sencillo rodar hasta el filo desenterrar la pierna izquierda de entre la ropa de cama y apoyarla en el suelo incorporándose sobre el colchón mientras busca la zapatilla a tientas. Es entonces cuando empiezan los suspiros el primer encuentro con su reflejo en el espejo doble frente a la cama. Ahora se hace grande demasiado y casi sobraría con la mitad. Quiere quitarlo y no se atreve. Primera prueba.original by Bichuas (E. Carton) Luego el café muy caliente y solo uno largo y apurarlo todo aunque siempre sobre cafetera para dos. Pasea la taza humeante abriendo cortinas y persianas por la casa aun desnuda. Marea se queja porque el baño no tiene ventanas. Se va a su cuarto y se prepara. Arrima la taza a la hoja del espejo hasta que las oye entrechocar. Cerámica cristal y tiembla. Las deja cerca hasta que el vaho recubre en parte su reflejo. Y con el índice va y dibuja una sonrisa. Pero no le pone ningun ojo. Se acerca. Contempla. Mira y se acaricia un poco. Lenta apaciblemente... se toca la cara cierra los ojos. Baja por el cuello estrechándolo dulcemente y contiene el aire. Lo siente. Bajar por los hombros los brazos secantes acariciándoselos las manos. Manos que ahora se posan sobre el vientre. Manos que se invierten en el reflejo del espejo. Marea abre los ojos y mira. Luego continua acariciándose. Y va subiendo poco a poco las manos tocándose sintiéndose lentamente. Llega el pecho y se detiene aun no ha habido tiempo de acostumbrarse a esto el desnivel la diferencia asimetría. Con una mano se tapa la cicatriz mientras con la otra repasa sobre el reflejo donde está su mano solía estar su pecho repasando una y otra vez el trazado sonriente. Que no es una sonrisa. Cómo distinguir ahora las sonrisas. Sin sus ojos. El café sigue en la cómoda lo había olvidado. También ella que se queda mirando su pecho a un lado del espejo mientras la otra hoja le devuelve su reflejo una linea y dos gotas que buscan deseperadamente el suelo trazando surcos descuidados por el cristal.
Nunca se le ha dado nada bien pintar.